Bienvenidos al Viaje de la Cocina Sostenible: De la Materia Prima a la Conservación

Sostenibilidad en la Cocina

Es cada vez más evidente la necesidad de transformar nuestras dietas hacia sistemas alimentarios más sostenibles.

Durante la última década, un creciente número de países ha empezado a integrar consideraciones de sostenibilidad en sus políticas alimentarias y programas de educación para el consumidor. Tras toda una vida dedicada a la cocina, he decidido compartir mis experiencias.

A mi parecer, la cocina sostenible abarca desde la adquisición de materias primas hasta su elaboración y conservación. En este rincón de internet, abordaremos estos tres aspectos de manera sencilla, saludable y económica.

Las Materias Primas

Es esencial que sean frescas, de temporada y de proximidad. Cumpliendo con estas tres condiciones, eliminamos una gran parte de los pesticidas y plaguicidas utilizados en los cultivos, y reducimos el uso de plásticos en el empaquetado.

La Elaboración

Mi profundo conocimiento de la cocina mediterránea, especialmente la vasca, me permite aprovechar al máximo los productos, logrando rentabilidad y minimizando el desperdicio.

La Conservación

Preservar los alimentos es esencial para disfrutar de productos fuera de temporada y para dominar diversas técnicas de cocción. Exploraremos métodos antiguos, pero aún relevantes, para conservar sin colorantes, aditivos, plásticos o congeladores, siempre listos para comer.

La técnica de conservación a baño maría, tanto en crudo como precocinado, es un método antiguo, probado y verdadero, que es seguro, económico, saludable y sencillo.

Las conservas son herramientas excelentes que pueden complementar otros platos o incluso convertirse en el plato principal. Consideramos conservas de la tierra aquellas elaboradas con productos hortícolas.

Estas conservas se elaboran con la técnica del baño maría, que consiste en esterilizar el producto en un envase de cristal, sellarlo con una tapa de rosca hermética y hervirlo sumergido en agua durante un tiempo determinado según el producto. Una conserva de tomate frito, pimientos asados, setas o verduras puede ser tanto un aporte nutricional valioso como una forma de evitar conservantes.

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